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sábado, 4 de agosto de 2007

Maquiavelo y Montesquieu en Nicaragua

DIALOGO ENTRE MAQUIAVELO Y MONTESQUIEU EN NICARAGUA

Por Freddy Quezada*

En memoria del profesor José “Chepe” Molina




Introducción

Cuando leí por primera vez “Diálogo entre Maquiavelo y Montesquieu en el Infierno”, de Maurice Joly, muerto por mano propia, pobre y derrotado, me decía en vida aún “Chepe” que la batalla entre estos teóricos del poder llega hasta donde el otro lo deja, como en su adagio favorito: un buen alumno es el que sabe copiarse, decía con su falso aire de catedrático severo, pero un buen profesor -- agregaba con malicia acariciando su barba china -- es aquel que lo descubre.

La obra la terminé en el momento exacto en que el “Pacto Ortega-Alemán” en Nicaragua, se estaba reactivando en ocasión de las reformas constitucionales que, después, el Presidente Enrique Bolaños desconoció al amparo de la sentencia de la Corte Centroamericana de Justicia, que las declaraba improcedentes por alterar el sistema de poderes establecido en la Constitución.

No lo podía creer. La batalla entre Maquiavelo y Montesquieu la estaba perdiendo éste último en el libro que leía, tanto como en la realidad de Nicaragua. Entonces decidí comentarlo y cambiar, en el título del trabajo, “infierno” por “Nicaragua”, conceptos, al fin y al cabo, francamente intercambiables y equivalentes.

Este texto escrito por un anarquista y prologado por el célebre filósofo francés Jean Francois Revel, reclama su asiento en medio de las más grandes obras de la filosofía política universal, y su secreto descansa en cómo Maquiavelo derrota a Montesquieu en su propio terreno, dentro de sus instituciones, en su lenguaje, con sus instrumentos y hasta con sus propias armas (Ver Cuadro No. 1). “Chepe” decía que le recordaba un poco al México del PRI en sus mejores momentos.

Este trabajo tiene dos cortes: uno, basado en el conocimiento profundo de Joly sobre de los dos autores, a quienes imagina dialogando en el infierno. En virtud de mi ansiedad por presentar sucintamente este rico conversatorio entre los dos titanes, abusé en citar las partes conducentes de cada aspecto. Mis disculpas.

Y otro, vinculado con la situación actual de Nicaragua, donde ofrezco en un cuadro sinóptico, cuatro mundos con un orden vertical pero que, también, pueden ser leídos y articulados de forma horizontal, transversal, diagonal, oblicuo y hasta al azar, según la coyuntura, el cálculo, la astucia y el poder de los actores, como dicen los franceses, en jeu.


I. SOBRE EL LIBRO “Diálogo en el Infierno entre Maquiavelo y Montesquieu”.

La obra la resume de un sólo tajo el prologuista Revel:

“Se trate de la destrucción de los partidos políticos y de las fuerzas colectivas, de quitar prácticamente al Parlamento la iniciativa con respecto a las leyes y transformar el acto legislativo en una homologación pura y simple, de politizar el papel económico y financiero del Estado a través de las grandes instituciones de crédito, de utilizar los controles fiscales, ya no para que reine la equidad fiscal sino para satisfacer venganzas partidarias e intimidar a los adversarios, de hacer y deshacer constituciones sometiéndolas en bloque al referéndum, sin tolerar que se las discuta en detalle, de exhumar viejas leyes represivas sobre la conservación del orden para aplicarlas en general fuera del contexto que les dio nacimiento (por ejemplo, una guerra extranjera terminada hace rato), de crear jurisdicciones excepcionales, cercenar la independencia de la magistratura, definir el “estado de emergencia”, fabricar diputados “incondicionales” (…) bloquear la ley financiera por el procedimiento de la “depresupuestación” (si el vocablo no existe, existe el hecho), promover una civilización policial, impedir a cualquier precio la aplicación del habeas corpus; nada de todo esto omite este manual del déspota moderno sobre el arte de transformar insensiblemente una república en un régimen autoritario o, de acuerdo con la feliz fórmula de Joly, sobre el arte de “desquiciar” las instituciones liberales sin abrogarlas expresamente. La operación supone contar con el apoyo popular y que el pueblo (lo repito por ser condición indispensable) esté subinformado; que, privado de información, tenga cada vez menos necesidad de ella, a medida que le vaya perdiendo el gusto.”

Maquiavelo, comienza presentando con un trazo, toda la idea de separación de poderes de su adversario:

“Permitid que ante todo examine en sí misma la mecánica de vuestra política: tres poderes en equilibrio, cada uno en su compartimiento; uno dicta las leyes, otro las aplica, el tercero debe ejecutarlas. El príncipe reina y los ministros gobiernan. ¡Báscula constitucional maravillosa! Todo la habéis previsto, todo ordenado, salvo el movimiento: el triunfo de un sistema semejante anularía la acción; si el mecanismo funcionara con precisión, sobrevendría la inmovilidad; pero en verdad las cosas no ocurren de esa manera. En cualquier momento, la rotura de uno de los resortes, tan cuidadosamente fraguados por vos, provocaría el movimiento. ¿Creéis por ventura que los poderes se mantendrán por largo tiempo dentro de los límites constitucionales que le habéis asignado, que no los traspasarán? ¿Es concebible una legislatura independiente que no aspire a la soberanía? ¿O una magistratura que no se doblegue al capricho de la opinión pública? Y sobre todo ¿qué príncipe, soberano de un reino o mandatario de una república, aceptará sin reservas el papel pasivo a que lo habéis condenado: quién, en su fuero íntimo, no abrigará el secreto deseo de derrocar los poderes rivales que trabajan en acción? En realidad, habréis puesto en pugna todas las fuerzas antagónicas, suscitando todas las venturas, proporcionando armas a los diferentes partidos; dejáis librado el poder al asalto de cualquier ambición y convertís el Estado en campo de lucha de las facciones. En poco tiempo el desorden reinará por doquier; inagotables retóricos convertirán las asambleas deliberativas en torneos oratorios; periodistas audaces y desenfrenados libelistas atacarán diariamente al soberano en persona, desacreditarán al gobierno, a los ministros y a los altos funcionarios…”

Montesquieu le responde también con una caracterización contundente:

“os reserváis el derecho de deshacer lo que habéis hecho, de quitar lo que habéis dado, de modificar vuestra constitución, sea para bien o para mal, y hasta de hacerla desaparecer por completo si lo juzgáis necesario. No prejuzgo nada acerca de vuestras instituciones, ni de los móviles que en ciertas y determinadas circunstancias pudieran induciros a actuar; os pregunto tan solo qué garantía mínima, por frágil que ella fuese, podrían hallar los ciudadanos en medio de tan inmensa arbitrariedad y, sobre todo, cómo os imagináis que podrían resignarse a soportarla”.

Maquiavelo replica:

“no destruiré directamente las instituciones, sino que les aplicaré, una a una, un golpe de gracia imperceptible que desquiciará su mecanismo. De este modo iré golpeando por turno la organización judicial, el sufragio, la prensa, la libertad individual, la enseñanza.”

CUADRO No. 1

CUADRO COMPARATIVO ENTRE MAQUIAVELO Y

MONTESQUIEU

PODER/

AUTOR

MAQUIAVELO

MONTESQUIEU

Filosofía

Política

“Seré como Alejandro VI y el duque de Valentinois, de quienes se decía que el primero “jamás hacia lo que decía”, y el segundo “jamás decía lo que hacía”.

Cuando los pueblos cometan faltas, serán castigados como hombres que pecaran contra la ley moral.

Gobierno

“no destruiré directamente las instituciones, sino que les aplicaré, una a una, un golpe de gracia imperceptible que desquiciará su mecanismo. De este modo iré golpeando por turno la organización judicial, el sufragio, la prensa, la libertad individual, la enseñanza”.

No podía ignorar que necesariamente un día el sistema de la división de poderes desplazaría el sitial de la soberanía

Prensa

“En los países parlamentarios, los gobiernos sucumben casi siempre por obra de la prensa; pues bien, vislumbro la posibilidad de neutralizar a la prensa por medio de la prensa misma. Puesto que el periodismo es una fuerza tan poderosa, ¿sabéis qué hará mi gobierno? Se hará periodista, será la encarnación del periodismo”

La prensa ejerce en los Estados funciones semejantes a las de vigilancia: expresa las necesidades, traduce las quejas, denuncia los abusos y los actos arbitrarios…

Parlamento

“Lo esencial es tener una mayoría compacta y un presidente digno de confianza. ¿Acaso necesitaré recurrir a los artificios de la estrategia parlamentaria? De cada veinte miembros de la Cámara, diecinueve serán adictos a mí. Y todos ellos votarán de acuerdo con una consigna; mientras tanto, yo mismo moveré los hilos de una oposición ficticia y clandestinamente sobornada; después de esto, que vengan a pronunciar elocuentes discursos: entrarán por los oídos de mis diputados como entra el viento por el ojo de una cerradura”

Instancia independiente facultada para promulgar leyes e impulsar iniciativas, terreno natural de los partidos políticos y de sus alianzas

Sistema

Judicial

“¿Cómo se derroca a los gobiernos en nuestros días? Por medio de distinciones legales, de sutilezas de derecho constitucional, utilizando contra el poder todos los medios, todas las combinaciones que no están expresamente prohibidas por la ley. Y esos artificios del derecho, que con tanto encarnizamiento los partidos emplean contra el poder ¿no tendrá por ventura el derecho de utilizarlos contra los partidos?”

La libertad es el derecho de hacer aquello que está permitido por las leyes.

Ejército y policía

“convertiré a la policía en una institución tan vasta, que en el corazón de mi reino la mitad de los hombres vigilará a la otra mitad”

La policía ejecutará las órdenes del ejecutivo y las judiciales que correspondan.

Iglesias

“el clero debe sostenerme, pues mis principios de autoridad son también los suyos. Si se mostrase rebelde... Podría provocar en el seno de la Iglesia un cisma… Haría hablar a mi prensa, a mis publicistas, a mis políticos en el siguiente lenguaje: “El cristianismo es independiente del catolicismo; lo que el catolicismo prohíbe, el cristianismo lo permite...”

Si reináis en una nación católica y tenéis al clero por enemigo, tarde o temprano pereceréis, aun cuando tuvierais de vuestra parte al pueblo entero.

Presupuesto, préstamos, créditos

“Al día siguiente de mi advenimiento, ni siquiera se planteará la cuestión de votar el presupuesto; lo decretaré en virtud de medidas extraordinarias, abriré dictatorialmente los créditos necesarios y los haré aprobar por mi consejo de Estado. Mi gobierno es un gobierno laborioso; hay que evitar que el tiempo tan precioso de las deliberaciones públicas se pierda en discusiones inútiles. De ahora en adelante, el presupuesto de entradas y el de salidas estarán comprendidos en una sola ley”.

La perfección del sistema financiero, en los tiempos modernos, descansa sobre dos bases fundamentales, el control y la publicidad. En ellas reside esencialmente la garantía de los contribuyentes.

Fuente: Maurice Joly (2004)

El asunto se reduce a que el teórico de la separación de poderes, llama a respetar un conjunto de reglas que encierran profundos principios (de legitimidad, moral y derecho), para defenderse del poder, separándolo en partes; mientras el florentino, invita a romperlas (en el caso de las democracias sin que se note mucho), para precisamente obtener el poder que busca todo político. El juego se parece a un viejo aforismo célebre entre militares: un buen soldado es aquel que se “libretea” y un buen oficial el que no lo deja.

Le debemos al marxismo la crítica más profunda de una democracia que el bautizó como“burguesa” y que ya nadie la llama por su apellido de casada. Pero lo hizo desde la economía y desde una ideología prometeica que él mismo, sin saberlo, compartía con ella. Incluso, en nuestra época, todavía circulan en el área, algunos ideólogos revolucionarios (descontentos que quieren hacerse comprar por nuevas oleadas de ingenuos), respondiendo a los fracasos de su doctrina con más sueños todavía (ahora se trata, según ellos, de revoluciones más radicales aún, como las culturales; no pudieron con una y ahora van con otra superior); a las situaciones más complejas, sin salidas, inciertas, caóticas y paradójicas, aconsejan más de lo mismo (mesianismos ya no en nombre de las clases, sino de la Humanidad entera; luchas más decididas; vueltas a la mística; retornos a las éticas; regresos a los “auténticos” paradigmas; “esta vez sí”, etc.)

Pero hay también teóricos que regresan a repensar las virtudes de Locke y Montesquieu, ahora que la democracia se presenta de nuevo como soltera, sin apellidos matrimoniales, sin advertir la aparición de un movimiento crítico en su propio terreno: el poder. Y quién mejor que uno de sus más grandes teóricos para rivalizar con los vencedores: Maquiavelo.

II. SOBRE NICARAGUA

Una cosa es clara, para el caso de Nicaragua, el cesarismo (o bonapartismo como prefería llamarlo Marx y Trotsky) ha triunfado, pero ha dejado intacta la apariencia del sistema “democrático” y “legal” que ha pervertido. En la obra de Joly, el héroe es el ejecutivo, en Nicaragua es el legislativo, pero las maniobras, las amenazas, los chantajes, los desplazamientos, las pujas, los rejuegos y los tejidos formados, deshechos y vueltos a hacer en todos los poderes, son los mismos.

La expresión que ha hecho fortuna: “judicialización de la política” o “politización de la justicia”, es el triunfo de Maquiavelo sobre las reglas democráticas que han hecho la norma y que dejan abiertas las hendijas de lo que no autoriza pero tampoco prohíbe, haciendo de la maniobra y la astucia, un arma para quebrarlas, dejando intactas las apariencias.

Pero, obviamente que hay diferencias, y una de ellas es saber que las estrategias del poder ahora no sólo se reducen y giran alrededor del Estado, como en la época de Montesquieu, Maquiavelo y hasta del propio Joly, prácticamente contemporáneo nuestro, sino también alrededor de otros actores y en otros escenarios, que yo me he permitido llamarles “mundos” (ver Cuadro No. 2) como en el juego de Mario Bros en el que hay que acumular vidas y sortear mil obstáculos para salvarse y, sobre todo, quedarse con la princesa y matar al dragón.

CUADRO No. 2

MUNDOS DE PODERES REALES EN NICARAGUA

NIVEL

ACTOR

DISPOSITIVOS DE PODER

SUPERMUNDO

IFIS (BM, FMI, OMC), TLC, EEUU, UE, ONU, OEA, CENTROAMERICA, TAIWAN, CHINA, CIJ, CIDH.

CAMBIOS EN ONU, OEA, ALGUNAS IFIS, PROCLAMAS REGIONALES DE RESPALDO O CENSURA, DIPLOMACIA, AGENCIAS DE ESPIONAJES Y PROGRAMAS FINANCIEROS

PLUSMUNDO

EJECUTIVO (EJERCITO, POLICIA, MINISTERIOS, ENTES AUTONOMOS),

PRESUPUESTO, DGI, SISTEMA PENITENCIARIO, EJERCICIOS Y MANIOBRAS MILITARES, PROCURADURÍA GENERAL

CSJ

SENTENCIAS, TRIBUNALES, CODIGOS PENALES

ELECTORAL

LEY ELECTORAL, CEDULACION, REQUISITOS PARA CANDIDATOS

ASAMBLEA (PARTIDOS MAYORITARIOS)

LEGISLACION, DESAFUEROS, INICIATIVAS DE LEYES, FISCALIAS, CONTRALORIAS, PROCURADURÍAS

MUNDO

ONGS, PARTIDOS EXTRAPARLAMENTARIOS, IGLESIAS, UNIVERSIDADES, INTELECTUALES, GREMIOS, SINDICATOS, NOTABLES, MEDIOS DE COMUNICACIÓN, CAMARAS, ASOCIACIONES, CLASES SOCIALES, REGIONES AUTONOMAS.

MARCHAS, MOVILIZACIONES, PROTESTAS Y QUEJAS EN MEDIOS, PRONUNCIAMIENTOS, HUELGAS, SEPARATISMO, PAROS, ASONADAS, REVOLUCIONES

INFRAMUNDO

NARCOS, PANDILLAS, TRATANTES DE BLANCAS, MIGRANTES, MAFIAS, CONDENADOS, GUERRILLAS, TERRORISMO

SOBORNOS, CRIMENES, CHANTAJES, PRESIONES, AMENAZAS, MOTINES, ATENTADOS, REMESAS

Poderes formales del Estado

Un supermundo, por ejemplo, puede perfectamente articularse con el mundo a secas, donde hay actores y organismos que pueden aliarse a las instituciones y embajadas poderosas sin que se crea que se venden a ellas o el plusmundo puede ser invadido perfectamente por el inframundo, comprando influencias o traficando datos, bienes y personas.

En la Nicaragua de hoy podemos decir que el gobierno del Ing. Bolaños, a excepción del asunto Río San Juan con el gobierno costarricense (fenómeno, al margen si fue provocado o no, que viene a oxigenar dentro de las fronteras al más débil), ha obtenido el favor del “supermundo”, mérito sin duda de su diplomacia, tratando de salir del acorralamiento en que lo tiene el pacto Ortega—Alemán en el “plusmundo”, usando en su contra incluso instrumentos tradicionalmente a su favor como las contralorías, fiscalías y procuradurías. El ejecutivo, ha amagado por medio de ejercicios de simulacro, alarmas de baja intensidad, efemérides publicitadas y sombrerazos, con usar la fuerza pública (la policía y el ejército) pero no se resuelve. Maquiavelo cuando descarga golpes de este tipo lo hace viendo hacia otro lado para distraer al adversario y sobre todo no lo anuncia.

El “mundo” propiamente dicho, que no es más que la sociedad civil, está dividido (el Pacto alega tener la mayoría desde las elecciones municipales y los antipactistas se asisten de las más variadas encuestas para demostrar que sus candidatos Lewites y Montealegre son mayoría) pero no se sabe muy bien en qué proporciones. Ahí es donde la batalla es más dura y donde el desenlace puede sorprender. Por su parte el “inframundo”, del que no se puede demostrar nada, ni hacia un lado ni al otro, se asume que está activo circulando por toda la red e influenciando tomas de decisiones que pueden llevar a tumultos, piquetes, turbas, nacidos de su propio seno, exigiendo un Bonaparte decidido (clamado también por sus propias razones por una clase media desesperada e impaciente) y que arregle la situación radicalmente con su sable, cortando cabezas a derechas e izquierdas.

Los dispositivos de poder, por su parte, pueden estar reservados no sólo por los actores, clases sociales e instituciones clásicas, sino también por parte de los nuevos actores que cuentan con poderes inmensos desde las comunidades locales hasta los terroristas, pasando por los narcos, medios de comunicación, grupos étnicos, etc. Y muchos de ellos se pueden poner al servicio, dentro de las más inéditas e insólitas de las alianzas, de los enemigos de ayer y en contra de los amigos de hoy.

¿Qué saldrá de esas combinaciones? Nadie puede saberlo. De lo único que podemos estar seguros es de invitar a no cerrar los ojos, ni siquiera para soñar, como siguen haciendo los ideólogos irredentos que, no terminan de asimilar las lecciones de sus recientes derrotas y ya están invitando a soñar otra vez más alto y más lejos. Preferimos ser lúcidos y decir junto con Maquiavelo:

“Mi único crimen fue decir la verdad a los pueblos como a los reyes; no la verdad moral, sino la verdad política; no la verdad como debería ser, sino como es, como será siempre. No soy yo el fundador de la doctrina cuya paternidad me atribuyen; es el corazón del hombre. ¿Quién en vuestro tiempo, me rindió un homenaje más clamoroso que Federico II? Pluma en la mano, me refutaba en interés de su popularidad, pero en política aplicaba rigurosamente mis doctrinas.”

BIBLIOGRAFIA

Joly, Maurice (2004) Diálogo en el Infierno entre Maquiavelo y Montesquieu. El Cid Editor S.A. Santa Fe. Argentina.


Freddy Quezada P. sociólogo nicaragüense

Tomado de Paideia Latina del CIELAC

cielac@upoli.edu.ni