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jueves, 29 de enero de 2009

La unión europea y Centroamérica




El Papel de las Sociedades Civiles Centroamericanas y Europeas en la negociación del Acuerdo de Asociación Centro America-Unión Europea.


Lena Guyomarc'h

La Unión Europea, que se compone de 27 países, y la región Centro Americana (resumida a Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica: refiriéndonos a los países que negocian con la Unión Europea) decidieron en el año 2004 negociar un acuerdo de asociación para profundizar la cooperación política y las relaciones comerciales entre los distintos países de las regiones.

Las negociaciones de este Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centro América (AdA UE-CA) empezaron en el año 2007 y el objetivo es finalizarlo en el año 2009 para el aniversario del diálogo de San José. Este diálogo marca el inicio de la cooperación entre las dos regiones y fue firmado por primera vez en el año 1984 (es reconducto y firmado cada año) para contribuir a terminar con los conflictos armados civiles en Centro América. La Unión Europea es el mayor donante para Centro América en cuanto a la ayuda para el desarrollo. Además es su segundo socio comercial (importaciones y exportaciones), detrás de los Estados Unidos, por lo tanto la negociación de este Acuerdo es de gran importancia para Centro América, para quien la Unión Europea es un socio mayor en cuanto se refiere a la economía de la región.

Al contrario del DR-CAFTA (Dominican Republic - Centro America Fair Trade Agreement) del 2004, que fue firmado con los Estados Unidos, los países Centroamericanos negocian como bloque frente a la Unión Europea. En nombre de la cual negocia la Comisión Europea mientras que, por parte de la región Centro América lo hace el Vocero Regional que está representado siempre por otro gobierno de la región que forma parte de dicho Acuerdo. Los negociadores también insistieron en la importancia de la participación de la sociedad civil en la negociación de este Acuerdo para evitar cometer los mismos errores que en la negociación del CAFTA, el cual fue muy criticado por la falta de participación de la sociedad civil en la negociación.

La sociedad civil se entiende como esfera social de interrelaciones entre ciudadanos libres. Tiene tres funciones mayores que son las siguientes: satisfacer los múltiples intereses económicos y sociales de las personas que forman parte de ella, servir de escuela de participación y limitar la esfera del poder político garantizando las libertades individuales. (SERRA VAZQUEZ, Luis Hector (2007): La sociedad civil nicaragüense, sus organizaciones y sus relaciones con el estado. Friedrich Ebert Stiftung; Managua).

El objetivo de este trabajo es analizar las relaciones entre las dos sociedades civiles (Europea y Centroamericana) y la esfera de su influencia en la negociación del Acuerdo con la Unión Europea. No se pretende que la sociedad civil tome parte en la mesa de negociación con los gobiernos sino que tenga una esfera de influencia para imponer algunas de sus ideas y que forme un contrapoder frente a los gobiernos.

El AdA UE-CA consta de tres pilares: Diálogo político, Cooperación y Comercio, entre los cuales este último debe ser un medio para alcanzar el desarrollo de la región Centroamericana y no debe ser el objetivo mayor del acuerdo.

La cooperación y el diálogo político tendrían que ser los enfoques mayores. Las dos partes reconocieron que los niveles de desarrollo de las dos regiones son diferentes y que el AdA tiene que tomar en cuenta esta diferencia.
Hasta ahora han pasado seis rondas de negociación, todavía quedan cuatro antes de la firma del Acuerdo. La Unión Europea exige que la región Centroamericana firme el tratado de la Corte Internacional de Justicia, en el que se prohíbe la pena de muerte (que todavía existe en Guatemala), se prohíbe la proliferación de armas nucleares, que combate el terrorismo y que cree una unión aduanera (para la cual aún falta el 6% de los productos).

Ambas partes insistieron durante las rondas de negociación en temas como protección de los derechos humanos, reducción de la pobreza, democracia, buen gobierno y propiedad intelectual. Los negociadores también mostraron interés en involucrar a la sociedad civil en la negociación del acuerdo como lo veremos más adelante.

Para permitirle participar en el proceso de negociación fueron creados varios mecanismos de participación: el cuarto de al lado o el Foro de la sociedad civil (organizado por el CC-SICA).
La sociedad civil tiene varias reivindicaciones en cuanto a este Acuerdo de Asociación que son más o menos las mismas por las dos partes. Primero se debe insistir en el hecho de que es mucho más fácil encontrar las posiciones de la sociedad civil centroamericana que las de la Europa. Esto se puede explicar por dos fenómenos: primero que el Acuerdo de Asociación va a tener un impacto más fuerte en la región Centroamérica para quien la Unión Europea es un socio muy importante. Al contrario Centroamérica no representa un socio mayor para la Unión Europea. Segundo no existe una cultura de participación en la Unión Europea. Si consideramos los dos órganos de representación de la sociedad civil en las dos regiones, es obvio que el proceso de participación democrática está más desarrollado en Centro América. El CESE (Comité económico y social Europeo) sólo representa tres grupos de la sociedad civil (Empresarios, trabajadores y otras actividades) mientras que en el CC-SICA (Comité Consultivo del Sistema de Integración Centro América) están representados un poco menos de 30 grupos. El CESE casi no es conocido en el sistema de la Unión Europea mientras que el CC-SICA está muy pendiente y activo en el proceso de integración regional.

Este último publicó varios documentos referentes al Acuerdo de Asociación en los cuales la sociedad civil insiste en temas como la defensa de la democracia, de los derechos humanos, de los grupos minoritarios como los indígenas o las mujeres. Para la sociedad civil Centroamericana el papel del Acuerdo de Asociación tiene que ser el desarrollo de la región Centro América. Algunos representantes de la sociedad civil en Centro América como el CAD (Colectivo Centroamericano por el Diálogo, del cual forma parte la Coordinadora Civil de Nicaragua) llegaron hasta manifestar contra dicho acuerdo porque consideran que es un acuerdo comercial que deja los derechos humanos de lado.

También existen foros entre las dos organizaciones de la sociedad civil pero los gobiernos y sobre todo los Centroamericanos no están bastante presentes en los y entonces no toman verdaderamente en cuenta las propuestas de la sociedad civil.

Además, la región Centro América no tiene un mandato de negociación por lo cual es difícil para la sociedad civil centroamericana organizarse y hacer propuestas. Las dos partes no negocian en bases iguales y es mucho más fácil para la Unión Europea imponer sus intereses en el Acuerdo de Asociación que sobre todo son intereses económicos. La firma de este Acuerdo representa para la Unión Europea una oportunidad de abrir nuevos mercados para los productos y las inversiones europeas.

Por fin, está muy incompleta la información sobre el AdA UE-CA. Esto rinde más difícil para los ciudadanos estar pendientes del estado de las negociaciones. La documentación está sobretodo en lengua española y los informes de la Comisión Europea sobre las rondas de negociación son muy vagos, sólo evocan las ideas principales pero es difícil saber lo que fue negociado.

Los negociadores Centroamericanos y Europeos mostraron voluntad de crear espacios de participación para la sociedad civil en la negociación del Acuerdo de Asociación. Dicha voluntad se tradujo por la creación de instrumentos, pero en realidad se puede decir que es más un efecto imagen que una oportunidad real para que la sociedad civil participe en el proceso de negociación de AdA. No se puede decir que la sociedad civil tenga una influencia significativa en la negociación.

Los gobiernos Centroamericanos y Europeos tienen que hacer más esfuerzos para que las propuestas de la sociedad civil puedan ser influyentes, primero con una mayor información disponible sobre la negociación y el acuerdo que es necesario para permitir a la sociedad civil organizarse. También se deben hacer estudios por parte de ambas partes sobre los efectos del AdA UE-CA y deberían participar en las negociaciones algunas organizaciones como la Organización Mundial del Trabajo o el Comité de defensa de los derechos humanos de la Organización de la Naciones Unidas, las cuales podrían servir de garantía para la sociedad civil. Por otra parte la sociedad civil se podría organizar mejor para tener más fuerza. De esta manera una mejor coordinación entre la sociedad civil Europea y la Centroamericana podría permitirles ampliar su esfera de influencia.



*La autora: es estudiante de Ciencias Políticas del Instituto de Estudios Políticos de Lille (Francia) y de la Universidad de Münster (Alemania