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martes, 18 de noviembre de 2008

Elecciones Municipales en Managua


Un plan desestabilizador cuidadosamente orquestado
Giorgio Trucchi/Lista Informativa Nicaragua y más


Noviembre 13, 2008

La situación que en estos días está viviendo Nicaragua necesita de un análisis un poco más profundo, que deje a un lado la confusión, las denuncias, los epítetos y el calor que surge de las elecciones municipales recién pasadas, y que al contrario trate de abordar lo que está pasando desde un punto de vista más amplio y estructurado.

Para analizar este contexto, la Lista Informativa "Nicaragua y más" - http://www.nicaraguaymasespanol.blogspot.com/ - conversó con el historiador y analista político Aldo Díaz Lacayo.

LI: Estamos viviendo días de mucha confusión y con brotes de violencias, que acompañan un proceso electoral en el que las dos partes políticas involucradas tienen visiones totalmente distintas de lo que ha ocurrido. ¿Cuál es su percepción de lo que está pasando?

ADL: Se trata de un problema estructural. Estos comicios municipales se dan en medio del pavor que le produce a la derecha nacional e internacional, principalmente norteamericana, el regreso del Frente Sandinista al poder. Pero también en medio de un miedo, casi pánico, de los Estados Unidos frente a una segunda independencia de América. Esta actitud es igual para todos los países donde hay gobiernos de tendencia socialista, incluyendo Argentina.

El problema es contener y obligar a retroceder a las fuerzas progresistas de la región, sobre todo cuando son gobiernos. De manera que hay un patrón de conducta, un libreto escrito para todos los países, con pequeñas variaciones dependiendo de las características propias de cada país.

En el caso de Nicaragua, ese libreto tiene particularidades propias para el consumo interno del país: el gobierno de Daniel Ortega no es revolucionario, sino que es de derecha, autoritario, dictatorial y no representa a la revolución sandinista; es un gobierno familiar con el propósito de hacerlo semejante a la dictadura de Somoza.

El tercer elemento es que es una dictadura que controla todos los poderes del Estado y en consecuencia el poder electoral no tiene autonomía, no es soberano, no actúa por sí mismo, sino de acuerdo a los intereses del Ejecutivo.

Hay un cuarto elemento que en un principio fue muy fuerte y que se ha ido desdibujando, es decir que este gobierno estaba aliado con el PLC y entre los dos había una dictadura bipartidista. En la medida que el proceso electoral ha ido avanzando, los liberales se fueron uniendo con los anteriores sandinistas (MRS) y esto deslegitimó ese eje.

Sobre este libreto se viene trabajando desde hace seis o siete meses. El soporte de ese libreto son los medios de comunicación, igual que pasa en toda América Latina y el Caribe.

Los medios, por una parte son rehenes del empresariado y por otra parte son empresarios. Hay un quinto elemento que es la falta de credibilidad del CSE y que esta falta se puede compensar con la observación internacional.

LI: ¿Cuál ha sido el resultado de esta estrategia?

ADL: El resultado fue un proceso electoral muy confrontado entre las dos fuerzas políticas tradicionales. Un proceso que estuvo organizado por el CSE y que estuvo validado por los representantes de los poderes electorales de America Latina y el Caribe, como son el Protocolo de Tikal y Quito y el CEELA.

En la realidad lo que pasó fue que el CSE dio resultados provisionales en tres ocasiones y tiene en su página web la actualización permanente de todos los comicios municipales. El PLC reclama mediáticamente irregularidades pero no hace uso de los recursos de ley.

Hace señalamientos y denuncias mediáticas pero no presenta ningún recurso de acuerdo con la ley. Así que es muy difícil saber si estas irregularidades existen o no existen.

En términos particulares parece que hay dos municipios donde alguien cometió el abuso de disponer de algunas boletas y tirarla a la basura, pero tampoco estos casos están denunciados legalmente, sino que solamente están señalados mediáticamente.

El problema no es presentar el reclamo, sino presentar una situación caótica que justifique la intervención extranjera.

LI: ¿A qué se refiere con intervención extranjera?

ADL: La convalidación de las actas electorales por organismos internacionales.

LI: ¿Por qué cree que el CSE decidió no acreditar a las organizaciones internacionales de observación electoral? ¿Cuál fue el verdadero objetivo?

ADL: Desde que Daniel Ortega asumió la presidencia de la República, la comunidad internacional se declaró en contra de este gobierno. La Unión Europea, con la presión norteamericana por debajo, y la misma OEA estuvieron en un plan de constantes amenazas y presiones y se asociaron políticamente a la derecha.

En mi opinión creo que se decidió no acreditarlos porque habían tomado partido abiertamente por la derecha y lo mismo pasó con Ética y Transparencia e IPADE. No veo ninguna razón distinta a esa.

Al mismo tiempo creo que el gobierno está conciente de que necesitaba de una validación a nivel internacional y es por eso que se acreditaron los magistrados electorales latinoamericanos.

LI: Lo que me está diciendo es que estamos frente a un plan desestabilizador que se viene preparando desde hace algunos meses.

ADL: Mire El Nuevo Diario de hoy. Sale un artículo de Francisco Chamorro diciendo que todo estaba previsto y uno de un opositor que dice la misma cosa. En consecuencia todo estaba previsto.

LI: La acusación de irregularidades y de fraude ya no es solamente una posición de Montealegre y del PLC, sino que se están sumando otros sectores y organizaciones nacionales e internacionales. ¿Cuál es el objetivo final?

ADL: Deslegitimar el proceso electoral, liquidar al gobierno del FSLN, igual que quieren liquidar al gobierno de Chávez, de Correa, de Morales y de Cristina Kirchner.

LI: Deslegitimar un proceso electoral es suficiente para liquidar a un gobierno? ¿Mira una nueva y futura etapa para alcanzar este objetivo?

ADL: Se están minando a estos gobiernos y en el caso de Nicaragua, el proceso es muy sencillo: deslegitimar y en el 2011 perder el poder.

Lo que está pasando ahora no es tanto por el proceso electoral municipal, sino que es para las presidenciales del 2011, igual que Chávez para el 2012 y Correa y Evo.

Hace dos meses la situación era mucho más favorable para estos gobiernos. Después de la crisis financiera, las condiciones empiezan a ser favorables para el Norte y estos procesos electorales se dan en este momento crítico. No me cabe la menor duda que el problema no es que la derecha se manifieste, sino por qué no se había manifestado anteriormente en una forma tan unida y tan consolidada.

La respuesta es muy clara: porque estaban en la expectativa de que esta era una dictadura bipartidista y esto ya desapareció.

LI: Esta unión de la derecha con sectores que vienen de la experiencia revolucionaria, ¿cree que de alguna manera el gobierno lo hubiese podido evitar?

ADL: Me parece que los cuadros que abandonaron el FSLN en el 1994 ya no tienen retorno. Haga lo que se haga esta gente no regresa.

Los cuadros que se reagruparon en el MRS a raíz de la candidatura de Herty Lewites hay que dividirlos en tres grupos: los de 1994, los de Herty Lewites que con su muerte desaparecen y los del Movimiento por el Rescate del Sandinismo, que giran alrededor de Mónica Baltodano, que con la muerte de Lewites se apropian de su herencia. Este último es un grupo que se mantiene en la izquierda y es probable que en algún momento pueda haber un reencuentro. ¿Por qué no lo ha habido? Nadie lo puede decir con certeza pero muchos creen que es por razones personales y no por ideologías.

LI: ¿Y en el caso de algunos grupos de la sociedad civil que también vienen de esta experiencia? Pienso a la Coordinadora Civil o a los grupos feministas que no le perdonan al gobierno la penalización del aborto terapéutico...

ADL: Durante los 16 años de neoliberalismo la salud, la educación, los municipios y la institucionalidad pasaron a la sociedad civil.

Los gobiernos dejaron de invertir en estos temas y dejaron que toda la cooperación internacional se orientara en estas cuatro áreas a través de las ONG nacionales. No había otra opción y las ONG locales lo hicieron con una gran responsabilidad, haciendo un buen trabajo.

Con la llegada de Daniel Ortega al poder, se reivindica el poder del Estado en estas cuatro áreas fundamentales y se crea un vacío en la relación entre las ONG locales y la cooperación internacional. Esto produce dos problemas a las ONG: la falta de recursos y el hecho de que no se esperaban el regreso del FSLN en el poder.

En vez de integrarse, continuaron manteniéndose en la misma línea.

Sobre el tema de las organizaciones feministas el problema es serio, porque la penalización del aborto terapéutico coloca Nicaragua en una posición contradictoria con la naturaleza de un régimen revolucionario.

Pero hay que ver también la parte política y coyuntural. El Salvador y Chile tienen una legislación mucho más dura que la de Nicaragua, pero ningún organismo internacional, ninguna organización donante o gobierno extranjero condiciona nada en estos países.

Quiere decir que hay una deliberada política para explotar esta discrepancia. Es un tema que más temprano que tarde se va a tener que asumir y resolver.

LI: Regresando al tema de las elecciones. ¿Cómo mira la posibilidad de un recuento de votos en presencia de organismo internacionales?

ADL: Aquí está en juego una decisión nacional y regional de reivindicar al Estado, a la unidad regional de America Latina y del Caribe, de reafirmar la voluntad de por lo menos cinco gobiernos de continuar en la línea del fortalecimiento del Estado y de una orientación socialista.

No creo que se haga y yo no lo aceptaría. Cualquiera que venga va a ratificar la "ilegitimidad" del proceso electoral, porque esta es la línea internacional en contra de Nicaragua y de América Latina. Perfectamente lo pueden hacer los partidos que están involucrados en las elecciones.

LI: En su opinión ¿cree que no hubo ningún tipo de fraude?

ADL: Se votó en 146 municipios y solamente en tres se están cuestionando los resultados. En el caso de Managua, repito, no se ha presentado una sola prueba del supuesto fraude.

Lo que hicieron el PLC y Montealegre es presentar dos actas de miles que supuestamente tienen. Lo demás es puro señalamiento mediático para lograr la reproducción internacional y exigir la participación de estos organismos para validar el proceso electoral.

LI: ¿Cómo se sale de esta situación? ¿Cuáles escenarios futuros mira?

ADL: El único escenario es que el CSE actúe conforme a la ley, porque la única salida que quiere la derecha nacional e internacional es deslegitimar el proceso electoral y no va a aceptar ninguna otra opción. Lo que quieren es desgastar al gobierno y llevarlo desprestigiado al 2011.

LI: En marzo hay elecciones en El Salvador y el FMLN sigue encabezando las encuestas. ¿Qué importancia tiene una victoria del FMLN no solo para el país, sino para la región?

ADL: Se terminaría de recomponer el mapa político de Centroamérica. A partir del triunfo del FSLN, el gobierno de Nicaragua ha articulado una recomposición de ese mapa y ahora nos encontramos con países que son parte de Petrocaribe y al ganar el FMLN tendríamos tres de cinco países en el ALBA.

LI: El regreso de Ortega a la presidencia de Nicaragua se mira como una segunda oportunidad después de no haber podido llevar adelante el proceso revolucionario en los 80 por la guerra de agresión. Después de casi 20 años esta segunda posibilidad parece estar sufriendo los mismos ataques desestabilizadores, aunque no son armados. ¿Es así?

ADL: Para el imperialismo no existe un gobierno de izquierda bueno. Para un gobierno de izquierda no existe el imperialismo generoso. Pensar que el imperialismo va a tener una actitud generosa, comprensiva, con un gobierno de izquierda es equivocarse. Lo que es diferente es que antes estábamos solos, ahora tenemos aliados regionales.